alquiler de grúas pequeñas y medianas, Coamtra es actualmente una de las prestadoras
líderes en el país en servicios de ingeniería en movimiento. La compañía tiene 150
empleados, la sede en Avellaneda y clientes en múltiples localidades de Sudamérica, con una
flota integrada por equipos para izajes, montajes industriales y transportes especiales. EL
CONSTRUCTOR conversó con el gerente comercial de Coamtra, Víctor Marchesi, sobre el nivel de
actividad y los desafíos en el sector.
- ¿Cómo ha sido la evolución de la empresa desde sus orígenes?
-En sus inicios, Coamtra alquilaba grúas menores y ofrecía transporte para cargas
especiales. Actualmente somos mucho más que una empresa de rental: ocupamos una
posición privilegiada en el mercado como compañía que desarrolla y ofrece ingeniería en el
movimiento de grandes componentes. Se nos presentó hace 15 años una disyuntiva respecto
de hacia dónde debía crecer la empresa: podíamos expandirnos en cantidad de máquinas
menores o invertir en grúas de gran porte. Nos inclinamos por esta segunda opción al
incorporar grúas de 200 y de 300 toneladas. Ahora contamos con las grúas más grandes
existentes en la Argentina y en otros países de Sudamérica.
- ¿Qué marcas forman parte de la flota?
-Nuestras grúas de gran porte son alemanas, sobre todo marca Liebherr. En grúas de
mediano porte tenemos varias marcas, de Estados Unidos, de Europa y de China.
- ¿De qué sector provienen sus principales clientes?
-Actualmente estamos muy ocupados en el desarrollo de proyectos de energía térmica y
renovable y de centrales nucleares, también trabajamos para empresas mineras y
cerealeras. Nuestro fuerte es la resolución de trabajos complejos que involucran logística,
planificación, análisis de espacios y de suelos. Las grúas de gran porte se trasladan
totalmente desarmadas y se arman en el lugar de trabajo. Se utilizan cerca de 30 equipos de
transporte y también se necesitan grúas auxiliares de entre 100 y 150 toneladas para lograr
el armado de la grúa principal.
- ¿En dónde prestan sus servicios?
-Tenemos presencia en
toda la Argentina y también en varios países de la región.
Trabajamos durante 10 años en Uruguay en el montaje de parques eólicos, también nos
contrataron para esa labor en Chile. Montamos plantas lácteas en Uruguay y actualmente
estamos con un megaproyecto en Bolivia, adonde llevamos ocho componentes de 200
toneladas para una central de generación eléctrica.
- ¿Cómo le fue a la empresa en 2017?
-Nos fue bien el año pasado y también en el primer semestre de 2018. Hay mucho
movimiento.
- ¿Cómo evalúa el presente del sector? ¿Hay posibilidades de crecimiento?
-El mercado local no tiene mucho margen para seguir creciendo. Igual, quiero poner en
contexto mi afirmación: en el país no es sencillo planificar a mediano y largo plazo. Las
grandes obras surgidas en los últimos años fueron acompañadas con una gran inversión en
equipos. El segmento del mercado en que se mueve Coamtra está cubierto, no veo espacios
para que siga creciendo la cantidad de equipos, o al menos no en grúas de gran porte y
quizás sí en algunas máquinas específicas.
- ¿Coamtra se desempeña también en obras públicas?
-En muchas de las obras que estamos atendiendo está el Gobierno detrás de ellas. Sin
embargo, a la empresa no la contrata en forma directa el Estado, no tenemos relación con el
Gobierno, pero sí brindamos servicios para grandes empresas privadas que tienen contratos
con el Estado.
- ¿Cuál es la clave para una buena gestión?
-La clave está en entender la real necesidad de cada proyecto y en acompañar el mercado de
la mejor manera posible, ofreciendo una gama de soluciones alternativas para cada caso.
- ¿Qué medidas del Gobierno han favorecido o perjudicado al sector?
-Hay una gran cantidad de obras lanzadas y eso incrementa la demanda de máquinas y de
servicios. En ese sentido, somos beneficiarios. No hay medidas que nos hayan perjudicado,
pero sí nos gustaría que se cuide el ingreso de grandes prestadores del exterior, que llegan
al país con equipos ya amortizados. Eso es preocupante para quienes tenemos años
invirtiendo en el país. No estamos en contra de la presencia de empresas extranjeras, pero el
Estado debería cuidar ese ingreso para que no dañe seriamente a quienes invertimos en el
país.
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